viernes, 15 de diciembre de 2006

MI APORTE A LA EDUCACIÓN


Aporte a la educación
(Extracto seminario de titulo Lilian castro, Cecilia Marín)

La educación es un tema sensible e indispensable para cualquier sociedad.
La educación física por su parte como sector de aprendizaje, es la única disciplina que incluye y participa en la educación del cuerpo con un sin fin de objetivos pedagógicos favoreciendo actitudes motrices como: el deporte, danza, gimnasia, mimos, actividades motrices en contacto con la naturaleza, etc.[1]
Junto con esto la educación física es la que promueve el ejercicio y la actividad física, pero cuando esta no se lleva acabo de forma continua en la escuela, es que nos enfrentamos a una sociedad “enferma”, donde los índices demuestran por ejemplo que un 18,5% de los escolares de todo el país presentan obesidad en primer año básico[2], de igual forma nos impresiona que el 91% de los jóvenes mayores de 15 años presenta sedentarismo a nivel nacional y un 89% de la población nacional presenta sedentarismo.
En presencia de estos problemas disminuye la posibilidad de promover y desarrollar hábitos de vida activa y saludable, dándoles así a todos los estudiantes la oportunidad de desarrollar sus facultades físicas para así proyectar una mejor calidad de vida.
La actividad física interrumpida en los establecimientos educacionales se debe a diversos motivos, entre los cuales encontramos; la ausencia de canchas techadas para realizar la actividad en días de lluvia, los días de emergencias y preemergencias ambientales, las actividades emergentes y contingentes en los colegios, y ahora por su importancia, los efectos de la exposición a la radiación ultravioleta. Estos eventos provocan una educación física interrumpida. A todo esto debemos sumarle la recomendación de la AHA (xxxxxxx9.), la cual recomienda que los niños deban realizar diariamente 118 minutos de actividad física, esto para prevenir factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares entre otros. La realidad del currículum chileno no permite tal situación ya que aun no se le da la importancia necesaria a la clase de educación física. Dos horas a la semana de educación física, la cual por motivos de asistencia, hábitos de higiene, indicaciones, etc., se reduce casi a 20 minutos efectivos de actividad no ayudan a la práctica para cumplir con tal recomendación.

Las clases interrumpidas en los establecimientos educacionales que nombramos anteriormente, pueden ser utilizadas en actividades físicas en lugares mas estrechos como la sala de clases y así no perderlas por causas emergentes o contingentes.
Esta es nuestra propuesta: motivar a través de un manual la práctica de actividad física, para el profesor de educación física, para que con su apoyo pueda realizar sus clases, de una forma provechosa, motivando la actividad informando de las necesidades de tal práctica.

[1] Experiencia de aprendizaje en educación física para el primer y segundo año de educación genera l básica MINEDUC.
[2] Red de apoyo a los estudiantes, Junaeb, 2005

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